I N S T I T U T O N A C I O N A L D E E S T A D Í S T I C A Y C E N S O S
Pág . 44
Estimación de la línea base para el
cálculo de daños y pérdidas
Para el punto referente a la recopilación de experiencias
de otros países, la Dirección de Innovación en Métricas
y Metodologías y la Dirección de Estudios y Análisis de
la Información unieron sus esfuerzos, armaron equipos
temáticos –en las ramas de mayor conocimiento
y experiencia– y empezaron a revisar dos marcos
metodológicos: (i) El Manual para la Evaluación de
Desastres de la CEPAL (2014)
1
y (ii) el conjunto de
documentos para la Evaluación de Necesidades Post-
Desastre (PDNA, por sus siglas en inglés) del PNUD
(2014)
2
. El objetivo era guiar, en primera instancia –
mientras se definían las acciones que tomaría el país
en términos de las opciones de asistencia internacional
que existen en estos casos–, las autoridades del
Instituto en cuanto al procedimiento para cuantificar la
magnitud de las afectaciones causadas por el sismo.
El ejercicio de revisión de metodologías se realizó en
3 días, durante los cuales se identificó: definiciones;
sectorizaciones
posibles
para
las
distintas
estimaciones y posibles fuentes de información del
punto de partida, es decir, para construir la línea base.
Las definiciones principales, en las cuales se enmarcan
los operativos estadísticos que realizó el INEC y que
se resumen en los capítulos posteriores son:
•
Daños: la metodología de CEPAL define a los
daños como el monto monetario de afectación
del acervo físico de una actividad económica
causada por el desastre –en este caso, un sismo.
En específico, el acervo corresponde a:
“a) los activos físicos, como edificios,
instalaciones,
maquinaria,
equipos,
medios de transporte y almacenaje,
mobiliario, obras de riego, embalses,
sistemas de vialidad y puertos.
b) las existencias, tanto de bienes finales
como de bienes en proceso, materias
primas, materiales y repuestos” (CEPAL,
2014: 34)”
3
.
1
Disponible en: http://www.cepal.org/es/publicaciones/35894-manual-la-
evaluacion-desastres
2
Disponible en: http://www.undp.org/content/undp/en/home/librarypage/
crisis-prevention-and-recovery/pdna.html
3
En esta metodología, los daños se calculan después de tomar en cuenta
la depreciación del acervo de cada sector; es decir, el (valor del) daño de un
local comercial construido hace 5 años es distinto del daño del mismo local
comercial si éste se hubiera construido hace 20 años.
•
Pérdidas: se definen como la variación (negativa)
de los flujos de la actividad económica en términos
de ingresos o ventas en un período de tiempo –
que inicia inmediatamente después del desastre–;
estas variaciones de los flujos corresponden a los
“bienes que se dejan de producir y servicios que
se dejan de prestar durante un lapso que se inicia
tan pronto ocurre el desastre y se prolonga hasta
que se alcanza la recuperación y la reconstrucción
total” (CEPAL, 2014: 36).
•
Gastos adicionales: estos se definen como
“erogaciones requeridas para la producción de
bienes y la prestación de servicios a causa del
desastre” (CEPAL, 2014: 36). Se trata de gastos
adicionales a los costos y gastos requeridos para
la actividad normal, o de reasignaciones de dichos
gastos, que se llevan a cabo como una respuesta
al evento. Esta también es una variable de flujo y
se calcula para un período de tiempo, que inicia
inmediatamente después del desastre.
Con estas definiciones interiorizadas, se organizó el
trabajo conjunto entre los equipos sectoriales de la
CTIMA (Coordinación General Técnica de Innovación
en Métricas y Análisis de la Información) –que tenían
el respaldo de haberlas leído e interiorizado– y las
contrapartesde lasdireccionesproductoras–que tienen
todo el conocimiento de la información disponible con
sus limitaciones, que se acrecentaban al circunscribirse
a los cantones más afectados–. El resultado fue un
conjunto de 11 matrices, una para cada uno de los
sectores que se consideraron prioritarios –agricultura,
comercio, manufactura, turismo, población, empleo,
educación, salud, transporte, agua y saneamiento–, con
el mapeo de información que contenía: el tema general
(por ejemplo, en el comercio o turismo, el contexto
general, edificaciones e instalaciones, actividad
productiva y empleo), los indicadores asociados, si
existe la información en el INEC y la fuente específica, si
es posible tener el dato con desagregación cantonal, si
existe valoración monetaria para el indicador, el último
dato disponible, y otras observaciones. Estas matrices
se entregaron más adelante al equipo de expertos de la
CEPAL.
En un segundo momento, una vez mapeada la
información relevante, se procesó la información
existente en el INEC –esto lo hicieron las direcciones
productoras, quienes junto con la dirección de