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M E M O R I A S , R E C O N S T R U Y E N D O L A S C I F R A S L U E G O D E L S I S M O
Presentación
El 16 de abril de 2016, el Ecuador sufrió una de las tragedias más devastadoras de su historia, un
terremoto de magnitud 7,8 afectó las provincias costeras de Manabí y Esmeraldas.
El desastre dejó 663 muertos, según el último reporte de la Secretaría de Gestión de Riesgos. En los
meses siguientes se produjo más de 2 300 réplicas, varias mayores a los 6 puntos, como la del 18 de
mayo de 6,8.
Como en toda tragedia, nunca se está absolutamente preparado para afrontarla, a pesar de haber
creado en el Ecuador varios sistemas de seguridad y respuesta rápida ante este tipo de hechos. La
magnitud de la catástrofe puso a prueba a todo el país.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) se vio en la obligación cívica y profesional de
participar con su contingente y conocimientos institucionales de las acciones inmediatas que el
Gobierno destinó hacia las zonas afectadas.
En el camino hubo muchas preguntas sobre el momento de salir a realizar el levantamiento de la
información. El cálculo exacto sobre el tiempo en el que debía empezar el operativo era la diferencia
entre conseguir información fiable antes que la gente abandone el lugar o entorpecer las labores de
rescate en la zona. Al final creemos que esperar un mes fue la mejor decisión.
El trabajo fue arduo, sin duda una tarea monumental pero las circunstancias ameritaban que no
ahorremos el más mínimo esfuerzo. Los resultados: un documento minuciosamente trabajado, en
el que intervinieron un sin número de colaboradores, que poniendo a disposición toda su capacidad
lograron entregar al país, una estudio total, que abarca todos los complejos pormenores de medir las
cifras de un desastre.
Hoy ponemos a disposición del público estas memorias que recogen no solo la metodología aplicada
para cada operativo realizado sino también las vivencias que acompañaron al trabajo, son historias de
personas que dejaron su lugar seguro y aportaron para que el Ecuador conozca de primera mano que
luego del desastre había que pensar en la reconstrucción y había que hacerlo con cifras certeras.
David Vera Alcívar
Director Ejecutivo del INEC