Página 54 - Memorias 13 abr 2017

Versión de HTML Básico

I N S T I T U T O N A C I O N A L D E E S T A D Í S T I C A Y C E N S O S
Pág . 5 4
¿Ecuador
se
volvió
pionero
en
Sudamérica en el levantamiento de
información postdesastre?
Sí, porque los compañeros de Chile, por ejemplo, lo
que han hecho son ejercicios de estimar el impacto,
pero no para establecer un registro de personas
damnificadas o potencialmente damnificadas.
En ese sentido, pienso que hicimos un trabajo
exhaustivo con tres operativos: con formularios que
capturan muchas características de las personas,
creo que fuimos los primeros en América Latina que
hemos hecho eso.
¿Cuáles fueron esos tres operativos?
El primero fue censar en los albergues, registrar a
todas las personas que estaban en albergues. El
segundo fue censar las zonas donde el terremoto
estuvo bastante fuerte, donde hubo daños graves;
entonces, ahí fue un operativo censal.
El tercer operativo ya no lo hizo necesariamente el INEC
sino el Ministerio de Inclusión Económica y Social, el
Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda y consistió
en registrar la gente que fue a las oficinas del INEC
y que dijo “yo también soy un damnificado, entonces
regístreme” o que fue al Ministerio Coordinador de
Desarrollo Social y eso también hicieron en las zonas
afectadas; ahí tenían carpas donde la gente se podía
registrar, por ejemplo.
De esa manera, se intentó abarcar a todas las
personas que potencialmente fueron afectados por
el terremoto.
¿Estuvimos
preparados
técnica,
operativa y económicamente?
Es una mezcla de dos cosas. Obviamente, se usaron
parcialmente recursos del INEC, tanto las personas
como lo económico. Digamos, dejamos de hacer
muchas cosas para levantar el operativo. También
recibimos apoyo del fondo del Gobierno para levantar
eso y también recibimos de otras instituciones para
temas logísticos y también voluntarios que levantaron
información.
Uno nunca está preparado para cuestiones como las
que vivimos con el sismo, pero el INEC era el único
que podía levantar la información en tan poco tiempo
y con la calidad que tenemos.
¿Encontraron la apertura para la
colaboración de personas dentro y
fuera de la institución?
Sí, dentro de la institución hubo muchos voluntarios,
gente que se fue no solamente dos o tres días sino
semanas. Hubo incluso gente, que salió dos o tres
veces al primer operativo y al segundo operativo, fue
muy fuerte ver lo que pasó y o sea también es una
presión sicológica también por las personas que están
en campo y ver el desastre y las consecuencias, ver
cómo la gente ha sufrido y apoyar y claro ese apoyo
era en el tema estadístico, en la planificación, en dar
los insumos para que mejore de nuevo la situación
para estas personas.
¿Cuáles serían las enseñanzas y la
experiencia que tendríamos para un
operativo similar posdesastre?
Como es la primera vez que lo hicimos fue una
experiencia, y debemos documentarlo bien; tenemos
que dejar muy claro cómo fue el operativo, cuáles
fueron las cosas que hicimos bien y las cosas que
hicimos mal. Sí tuvimos nuestras experiencias y
entendimos que es difícil contar con que la gente
voluntaria de otras instituciones haga exactamente lo
que nosotros estamos haciendo. Probablemente, para
la próxima vez tenemos que pensar en la posibilidad
de dejar un cupo de dinero para contratar personas,
por ejemplo.
¿Un fondo emergente?
Es difícil tener un fondo emergente siempre, tener
claro también en la planificación que se necesita
pedir para contrataciones adicionales, pero eso
ya es temas de detalle. Ya tenemos una idea, y
experiencia. Sabemos cómo actuar en el caso de los
albergues, que se encuentran; los albergues que no se
encuentran. Ya podemos estimar qué tan probable es
que encontremos lo que buscamos.