I N S T I T U T O N A C I O N A L D E E S T A D Í S T I C A Y C E N S O S
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• Levantamiento
El día de inicio del levantamiento hubo los retrasos
propios de un proyecto con poco tiempo para
planificación y cuyos encuestadores no estaban
completos en todos los equipos de trabajo. A esto
se suman varios contratiempos adicionales como
el número de encuestadores del MIDUVI que si bien
en la capacitación (por videoconferencia) estaban
completos, no llegaron en el número necesario a
Manabí, la llegada de las camionetas aunque fue muy
temprano se debía realizar la distribución respectiva
a los grupos, también la distribución del personal en
sus respectivos equipos de trabajo, la selección de
los supervisores, la explicación del material a utilizar,
y por supuesto ya en terreno la ubicación inicial de los
recorridos, ya que no hubo un reconocimiento previo,
actividad que normalmente se ejecuta en censos,
fue un tiempo utilizado en las primeras horas de la
mañana por lo que el inicio efectivo del operativo se
desplazó en una y hasta dos horas en determinados
grupos.
Por otro lado, se realizaron las gestiones necesarias
para el reclutamiento de personal para los equipos que
aún no tenían el número de encuestadores completos,
así en horas de la mañana, funcionarias del MIES
fueron capacitadas para levantar información en
Montecristi, con el compromiso por parte del Director
del MIES de Manta de acompañarnos hasta el final
del operativo. También se capacitó a los estudiantes
de la Universidad Eloy Alfaro para colaborar en el
levantamiento de las ciudades de Chone y Portoviejo;
y en Pedernales se realizó gestiones a través del
COE para obtener personal dispuesto a recolectar
información de los hogares de los cantones cercanos.
Una réplica de 6,8 grados el primer día del operativo
obligó a suspender temporalmente la investigación,
no solo por el temor del personal de campo, algunos
de los cuales retornaron a sus hogares, sino también
por la incomodidad de la población a ser entrevistados
mientras atravesaban episodios de pánico o nervios
propios de este tipo de movimientos telúricos.
A partir del segundo día del levantamiento, hubo
normalidad en la recolección de datos en las
ciudades de Manta, Portoviejo, Jaramijó, Montecristi,
San Vicente, Jama y Canoa. Luego de este día se
obtuvieron los primeros reportes de cobertura y
también las primeras observaciones a la calidad de
los datos. Por ello, se dieron algunas directrices que
debieron ser transmitidas al personal de campo, entre
las más importantes, las siguientes:
•
Tener cuidado en el llenado del módulo de
población, solamente de los hogares identificados
como damnificados, es decir, que sus viviendas o
locales de negocio hayan sido destruidas o tengan
daños, o que algún miembro de su hogar haya
fallecido, desaparecido, este con discapacidad o
este en el hospital o centro de salud a causa del
terremoto. Esta reinstrucción se dio debido a
que se detectó cuestionarios con información de
población cuando no eran damnificados.
•
Cuando el hogar sí era damnificado, debía llenarse
la información del módulo de población. Este
error era el más grave y también el más frecuente,
por ello, un número importante de cuestionarios
fueron devueltos a campo desde los centros de
procesamiento.
El tercer día del operativo se inició el levantamiento
en Chone, Bahía de Caráquez y Pedernales, con:
estudiantes universitarios, personal del INEC,
funcionarios del MIES y otras instituciones,
respectivamente. A pesar de continuar con la
recolección de datos con el personal disponible, aún
algunas jurisdicciones por la falta de encuestadores
no iniciaban su levantamiento o tenían retrasos en la
cobertura, entre otros, por los siguientes problemas:
•
Personal MIDUVI incompleto y solo disponible
durante 4 días.
•
Funcionarios MIES y MIDUVI con problemas de
calidad en el registro, tenían sus propios criterios.
•
Deserción en personal del MCDS
•
Personal MIES poco constante y escaso.
•
El operativo se diseñó con la misma carga para
todos los cantones, sin embargo, se detectó que
no todos los cantones tenían la misma lógica
de relevamiento, así: Manta y Portoviejo, tenían
un menor número de hogares damnificados que
Jaramijó, por lo que la carga de trabajo en este
último cantón era demasiada alta para cubrir