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Gráfico 2. Conceptualización y operacionalización
Fuente: Adaptado de Neuman (2002: 175).
1.2.3 Indicadores
El proceso de operacionalización comprende la definición de variables e indicadores que permitan medir las distintas
dimensiones que componen el constructo del Buen Vivir. Una variable es un concepto que varía y puede tomar dos o
más valores o categorías denominados atributos (Neuman, 2002: 149).
La identificación de los indicadores pertinentes requiere revisar si la literatura especializada, o si la experiencia práctica
de medición en el país o en el resto del mundo, han propuesto y/o miden indicadores que puedan ser considerados
como medidas o métricas del Buen Vivir. En caso de no existir propuestas adecuadas de variables e indicadores, se
requerirá formular nuevas medidas.
Los indicadores pueden diseñarse siguiendo los ocho principios sugeridos por Atkinson y Marlier (2010:287-290), tanto
para indicadores individuales como para el conjunto o portafolio de indicadores.
En el caso de los indicadores individuales, los autores sugieren cinco principios:
i.
Un indicador debería identificar la esencia del problema y tener una interpretación normativa acordada: “la
traducción de los objetivos de política en medidas cuantitativas inevitablemente significa concentrarse en ciertos
aspectos del problema, pero esto debería hacerse de tal manera que incorpore la preocupación central. Debería
haber un acuerdo general de que el movimiento en una dirección particular representa un mejoramiento”.
Además, “la mayoría de indicadores deberían tener una clara interpretación normativa”.
ii.
Un indicador debería ser robusto y validado estadísticamente: “cualquier indicador necesariamente contendrá
algún error, pero éste no debería estar sesgado sistemáticamente. Este debe ser también confiable estadísticamente
a lo largo del tiempo…”.
iii.
Un indicador debería ser interpretable en un contexto internacional: “el objetivo debería ser alcanzar un estándar
aceptable de comparabilidad”. En el caso del ejercicio de nuevas métricas del Buen Vivir este principio no
necesariamente es pertinente, ya que se trata de un ejercicio de carácter nacional.
iv.
Un indicador debería reflejar la dirección del cambio y ser susceptible de revisión en la medida en que se vuelvan
disponibles métodos mejorados: “en muchos casos, el nivel de los indicadores sociales sirve para resaltar la
importancia del problema, pero en términos de política, cómo dichos indicadores cambian en el tiempo es lo
crucial”. Los cambios en el Buen Vivir pueden tomar largos períodos, por lo que “en estos marcos temporales,
probablemente habrá mejoramiento en los datos y avances en nuestro entendimiento de los conceptos
subyacentes”. Por lo tanto, la construcción de nuevas métricas del Buen Vivir se debe considerar como un proceso
Definición
conceptual
Indicador o
medida
Nivel teórico
Conceptualización
Operacionalización
Nivel operacional
Nivel empírico
Constructo
abstracto
Goce efectivo de los
derechos de personas,
comunidades, pueblos y
nacionalidades
Convivencia ciudadana:
interculturalidad
respeto de las diversidades
y respeto de la dignidad de las personas y
c l ctividades
Bien común e interés general
Democracia:
participación
Convivencia armónica con la naturaleza:
esp to integral de su existencia,
m nt nimient y regen ración de sus
ciclos vitales, estructura, funciones y
procesos evolutivos, y restauración
Armonía social
con la comunidad y
entre comunidades
Arm nía interna
de las personas
Armonía con
la naturaleza