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Geoestadística y arqueología: una nueva perspectiva analítico-interpretativa. . .
Analíti a
k
4
Revista de Análisis Estadístico
Journal of Statistical Analysis
una herramienta muy interesante para la caracterización
de distribuciones espaciales.
En arqueología la determinación del patrón de la dis-
tribución indicaría el final de la serie analítica. Por ello, el
cálculo de la autocorrelación espacial no suele tenerse en
cuenta. Ante esta situación habría que plantearse ¿qué pue-
de aportar la determinación de la autocorrelación en una
distribución de objetos arqueológicos? De manera intuiti-
va, la autocorrelación espacial de una variable sirve para
determinar cómo la presencia de una determinada canti-
dad o calidad de la variable en una zona hará más o menos
probable su presencia en regiones próximas. Más concre-
tamente, Sokal y Oden (1978a) [58] afirman que los test de
autocorrelación espacial verifican si el valor observado de
una variable en una localización concreta es independiente
de los valores de esa misma variable en las localizaciones
vecinas. En esencia la autocorrelación es la expresión de
la primera ley de la geografía: “todo está relacionado con
todo, pero las cosas próximas están más relacionadas que
las distantes” Tobler (1979) [62]. Si los arqueólogos somos
capaces de incorporar estas ideas en nuestros programas
analíticos acerca de la varaibilidad espacial , seguro que
permitiría una mejora considerable en múltiples facetas de
la actividad arqueológica como en la la estrategia del tra-
bajo de campo donde el uso de modelos de predicción per-
mitiría diseñar que partes del yacimiento son susceptibles
de ser excavadas.
La herramienta geoestadística por la cual se calcula la
medida de la correlación espacial es una función denomi-
nada Semivariograma. Esta función
h
(
v
)
modela el tipo y la
intensidad de la correlación espacial que existe en la varia-
ble expresándolo de manera gráfica y numéricamente. Es,
en palabras de su precursor G. Matheron (Matheron 1963:
1248):
“. . . la aplicación del formalismo de las funciones aleato-
rias, al reconocimiento y estimación de fenómenos naturales en el
espacio. . . ”
.
El semivariograma
h
(
v
)
, representa la tasa media de
cambio de una propiedad con la distancia entre las distin-
tas localizaciones, en las que se han medido sus valores.
Desde el punto de vista empírico, el semivariograma res-
ponde a la siguiente pregunta: ¿Qué tan parecidos (relacio-
nables) son los puntos en el espacio a medida que estos se
encuentran más alejados?
La expresión algebraica que la define es:
ˆ
γ
(
h
) =
1
2
N
(
h
)
N
(
h
)
i
=
1
[
Z
(
x
i
)
Z
(
x
i
+
h
)]
2
Z
(
x
i
)
son los valores muestrales en los puntos
x
i
;
N
(
h
)
es el número de pares de datos separados por
una distancia
h
.
En el panorama arqueológico actual, y aún mostran-
do la capacidad de este método, la aplicación de la fun-
ción semivariograma es bastante escasa en la disciplina
arqueológica. Algunas implementaciones aparecen en Zu-
brow y Harbaugh (1978) [70]; Warren (1990) [66]; Kvam-
me (1992) [32]; Lloyd y Atkinson (2004) [34]; aunque ac-
tualmente existe varias propuestas como las de Maximiano
(2005) [41]; Barceló y Maximiano (2006) [3]; Maximiano
(2008) [42]; Bevan y Conelly (2009) [5]; Maximiano y Gó-
mez Romero (en prensa) [43]; Gómez Romero y Maximiano
(2011) [25]; Markofsky y Bevan (2011) [40].
4 Aplicación geoestadística en un pro-
blema espacial arqueológico: El ca-
so del yacimiento arqueológico Tu-
nel VII. Tierra del Fuego. Argentina
La elección de este caso se debe a dos cuestiones: la cali-
dad de los datos arqueológicos recogidos en sucesivas cam-
pañas de excavación [50; 51;21], y la capacidad interpreta-
tiva del yacimiento en clave etnográfica. Este caso permite
una evaluación etno-arqueología de las principales accio-
nes que fueron realizadas por las personas que vivieron en
ese lugar gracias a la determinación analítica de los dife-
rentes restos materiales recolectados mediante metodolo-
gía arqueológica [11; 50; 65; 35].
El yacimiento es una unidad de habitación (cabaña)
perteneciente al extinto grupo social conocido como Yama-
nas, Se emplaza en la costa norte del Canal Beagle (Argenti-
na) (54
o
49’15” S. y 68
o
09’ 20”E.). Este sitio ha sido comple-
tamente excavado en sucesivas campañas (desde 1988 has-
ta 1993) por un equipo internacional español-argentino. La
excavación fue realizada completamente en extensión, ocu-
pando una superficie de 32 m
2
en forma rectangular (eje
mayor 8m, eje menor 4m). Con ello, se pudo excavar tanto
el interior de la cabaña, como en los aledaños de la mis-
ma. Aparte de la información estrictamente arqueológica,
se cuenta con información de origen etnográfico, desde la
cual diferentes investigadores han podido establecer hipó-
tesis de trabajo complementarias acerca de la variabilidad
espacial de las múltiples distribuciones de restos existentes
en el yacimiento [65; 68; 69].
En este trabajo, se pretende ilustrar el potencial de la
geoestadística en casos arqueológicos sobre un determina-
do nivel de ocupación del yacimiento (de entre los diez ni-
veles documentados) dentro de toda sus secuencia de uso
(más de 200 años) y se analiza la distribución de una deter-
minada materialidad –restos de fauna y conchas– en torno
al siguiente problema espacial: Determinación del interior
/exterior de la cabaña mediante un contraste cuantitativo
de dicho límite. Este es un problema común en arqueolo-
gía, en muchas ocasiones el arqueólogo debe seguir un cri-
terio visual o una somera relación entre entidades arqueo-
lógicas (por ejemplo presencia de estructuras de combus-
tión, hoyos de postes, etc.) para establecer los límites de
una cabaña o espacio de hábitat.
Analítika,
Revista de análisis estadístico
, 2 (2012), Vol. 4(2): 83-95
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