Analítika, Revista de análisis estadístico, (2016), Vol. 12
El ciclo político y la economía política del gasto social en el Ecuador
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535 d´olares al a˜no. Por cada ni˜no y ni˜na en educaci´on b´asica se invirtieron 318 d´olares; por
cada adolescente en bachillerato 1.547 d´olares; por cada persona con discapacidad cerca de
USD 1.000. Por cada familia en pobreza un promedio de 800 d´olares en servicios de salud,
nutrici´on, transferencias monetarias y seguridad social no contributiva (Oviedo, 2015).
De este modo, tal como lo se˜nala el Atlas de las Desigualdades Socio-Econ´omicas del
Ecuador publicado por la Secretar´ıa de Planificaci´on y Desarrollo (2013), el pa´ıs ha mejo-
rado sus condiciones sociales de manera acelerada para el per´ıodo 2001-2010 por lo que la
brecha rural-urbana en general se ha reducido, pero las desigualdades territoriales y regio-
nales persisten y son pronunciadas.
La pobreza, que es un fen´omeno estructural en el pa´ıs, todav´ıa tiene una alta incidencia
en grupos ´etnicos o zonas territoriales espec´ıficas. As´ı se puede decir que el efecto redistri-
butivo de las pol´ıticas sociales ha sido limitado, sobre todo en las ´areas rurales y urbano
marginales (CEPAL, 2012), a pesar de que es claro el esfuerzo que el Gobierno de la
Re-
voluci´on Ciudadana
ha realizado para incrementar los ingresos de la poblaci´on y disminuir
la desigualdad. Seg´un datos de SENPLADES, el ´ındice de Gini de ingresos a nivel nacional
disminuy´o de 0,56 a 0,48 durante el per´ıodo 2010-2012. No obstante, el panorama en torno
a la incidencia de la pobreza a nivel nacional es un claro indicador de la persistencia de las
desigualdades y la tarea pendiente de alcanzar la inclusi´on social; por lo que se puede inferir
que la capacidad de las instancias p´ublicas y de sus pol´ıticas para la cohesi´on social no han
logrado llegar a un nivel id´oneo y, probablemente, todav´ıa son poco eficientes a pesar de la
magnitud de las inversiones realizadas.
La importancia del gasto social en la reducci´on de la pobreza por ingresos (CEPAL, 2012)
constituye un hecho innegable, as´ı como lo es la importancia que ha tenido para la estabilidad
pol´ıtica del Gobierno y para fomentar su elevada aceptaci´on electoral. Esta afirmaci´on se
puede comprobar a trav´es del an´alisis de los resultados electorales presidenciales durante
el per´ıodo 2006-2014, en el que se desarrollaron tres procesos para elegir Presidente de la
Rep´ublica (en los a˜nos 2006, 2009 y 2013) y en los que el candidato ganador fue Rafael
Correa.
A nivel nacional podemos verificar que en el 2006 la base electoral del candidato gana-
dor (Rafael Correa) estuvo ubicada en las provincias de la Sierra (incluida la provincia de
Pichincha), especialmente en las del centro del pa´ıs, adem´as de varias provincias del Oriente
en las que gan´o las elecciones con un promedio del 76 % de los votos; mientras que el apoyo
que recibe en las provincias de la Costa alcanz´o un promedio del 40 % (ver Figura 1
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).
Si comparamos los resultados electorales presidenciales del 2006 con los del 2009, se puede
ver que la base electoral de Correa tiene un cambio importante. Mientras que el 2006 tuvo
un margen de ganancia bastante considerable en las provincias del Oriente, los resultados
al 2009 muestran que, a esa fecha, tuvo un margen de votos de aproximadamente el 30 %
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Los colores de la Figura 1 indican el porcentaje de votos obtenidos. Las tonalidades m´as oscuras muestran
una mayor concentraci´on de votos a favor (entre el 60 % y el 80 %), mientras que las tonalidades m´as claras
muestran una tendencia de votos inferior al 50%.
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