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David Puebla
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Brechas salariales por género con un enfoque de ocupación y tamaño de empresa: descomposición por cuantiles
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Analiti a, Revista de análisis estadístico, Vol. 16 (2), 2018
Analiti a, Revista de análisis estadístico, Vol. 16 (2), 2018
En primer lugar, se encontró que las mujeres poseen una participación importante en los
quintiles de ingreso superiores, lo cual se da independientemente del tamaño de la empresa
en la que trabajan: la participación en el último quintil estuvo alrededor de 36,7% y 40,4%.
Sin embargo, al comparar solamente a los trabajadores que se encuentran en ocupaciones
similares, la participación de las mujeres empieza a caer a medida que se considera un
quintil mayor, resultado que se da también en cada tamaño de empresa.
Posteriormente se encontró que las brechas salariales promedio más amplias entre hombres
y mujeres se dan entre aquellos que: poseen educación superior, tienen más de 45 años,
están casados, y que trabajan en ocupaciones
white collar
. Además, se determinó que existe
una concentración importante de trabajadores hombres en cargos
blue collar
, lo cual
permite explicar la brecha inicial favorable para las mujeres en la parte alta de la
distribución. Este componente de segregación ocupacional también resultó importante para
entender la dinámica de las brechas salariales en las empresas de distinto tamaño, las cuales
en un inicio se mostraban favorables para las mujeres en las medianas y grandes empresas.
Por lo tanto, esto muestra que las empresas de mayor tamaño concentran una proporción
importante de trabajadores hombres
blue collar
, lo cual permite entender la aparente
ventaja de las mujeres al comparar sus salarios.
Para realizar un análisis más detallado de las brechas salariales por género, se calcularon las
brechas a lo largo de la distribución. Esto permitió identificar que las brechas, por lo
general, muestran patrones no lineales a lo largo de la distribución, poniendo en tela de
juicio el alcance del análisis de la brecha salarial promedio. En este sentido, el resultado
que más destaca sucede cuando se analizan las brechas salariales entre hombres y mujeres
que ocupan cargos similares, ya que tanto en las ocupaciones
white collar
como en las
ocupaciones medias, la brecha salarial en favor de los hombres se intensifica en la parte
más alta de la distribución.
Otro hallazgo tiene que ver con la diferencia en las brechas salariales al efectuar un análisis
no condicionado y condicionado. Inicialmente, la brecha salarial promedio se sitúa en
1,4%, sin embargo, al añadir el resto de controles, esta se amplía a 8,2%. Principalmente,
esto se debe a que una buena parte de la brecha inicial se explica por la alta concentración
de trabajadores hombres en cargos
blue collar
. Adicionalmente, el análisis condicionado de
la brecha por cuantiles permitió identificar que los hombres siempre poseen un salario
mayor que las mujeres, diferencia que se acentúa a medida que se considera un cuantil
mayor y que se contrapone con el patrón no lineal hallado en la brecha salarial no
condicionada.
Finalmente, al efectuar el análisis de descomposición salarial, se encontró que, en general,
los hombres poseen mayores retornos que las mujeres cuando se comparan a pares de
iguales características. Por lo tanto, esto se convierte en evidencia de que las mujeres
enfrentan una discriminación salarial importante, a pesar de que en un sentido global
poseen mejores características que los hombres, principalmente en lo concerniente al nivel
de educación.
Otro resultado que surge del análisis de descomposiciones tiene que ver con lo que ocurre
al interior de los cargos ocupacionales. Principalmente, cabe destacar el caso de los
trabajadores
white collar
, debido a que los hombres presentan características mejor
remuneradas que las mujeres, principalmente por el hecho de ser trabajadores con más
edad y estar casados. Esto sugiere que las mujeres poseen un impedimento de acceder a este
tipo de trabajos cuando alcanzan cierta edad o cuando están casadas, lo cual se puede
asociar con el rol que asumen en el hogar en aspectos como el cuidado de los niños y tareas
domésticas. No obstante, es importante determinar las causas de este fenómeno para
determinar en qué grado el mercado laboral restringe la entrada a mujeres con las
características mencionadas por motivos de discriminación, y en qué medida esto se puede
deber a una decisión propia de las mujeres.
En función de los resultados hallados, es evidente que las mujeres enfrentan una
discriminación salarial importante dentro del mercado laboral formal ecuatoriano. A pesar
de que presentan características favorables como un mayor acceso a la educación, los
retornos que perciben siguen siendo bajos en relación a los hombres que poseen similares
características.
Por lo tanto, las políticas, además de promover la formación del capital humano de las
mujeres, también deben poner énfasis en la necesidad de eliminar los estereotipos y roles
tradicionalmente asignados a las mujeres. Otro conjunto de políticas que tengan como
objetivo erradicar la discriminación de género en el mercado laboral, deberá enfocarse en el
establecimiento de cuotas en los puestos jerárquicos en el ámbito público, similar a lo ya
realizado en el ámbito político; y el otorgamiento de incentivos en el sector privado.
Finalmente, es necesario insistir en las dificultades que enfrentan las mujeres al momento
de tener que reinsertarse al mercado laboral. Los resultados del estudio muestran que, si
bien, las mujeres jóvenes y solteras tienen altas probabilidades de acceder a puestos w
hite
collar
, el panorama empieza a ser desfavorecedor a medida que avanzan en edad y cuando
se encuentran casadas. Esto abre un debate amplio sobre hasta qué punto, la decisión de las
mujeres de alejarse o no acceder a puestos
white collar
se vuelve voluntaria o forzada, ya
que, si este último es el caso, es necesario establecer lineamientos políticos que den
facilidades para su adecuada reinserción laboral.