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Adrián Gutiérrez Cabello y Andrés Salama
Analíti a
k
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Revista de Análisis Estadístico
Journal of Statistical Analysis
La agricultura y la industria reciben, cada una, el 5,2 %,
con un máximo del 12 % en Corrientes en el primer sec-
tor y el 10 % en Tierra del Fuego en el manufacturero. Las
actividades relacionadas con la explotación de recursos na-
turales es casi el 1 % del total. Este porcentaje resulta con-
siderablemente bajo, si tomamos en cuenta que, en cuatro
de estas seis provincias, el sector minero (en especial, la ex-
tracción de hidrocarburos y gas) es un sector con impor-
tante participación en el Producto Bruto Geográfico (PBG).
En las provincias de Chubut y Tierra del Fuego implican el
2,15 % y el 1,15 %, respectivamente.
La pesca es una actividad importante en las provincias
mencionadas en el párrafo anterior; en ellas, representa el
3,6 % en Tierra del Fuego y 2 % en Chubut. Esto evidencia
lo que se mencionó con anterioridad: que no siempre la lo-
calización del otorgamiento del crédito coincide en donde
se realiza la actividad económica. Uno de cada cinco pesos
se destina al comercio y los servicios.
La heterogeneidad mencionada anteriormente también
hace referencia a los dispares niveles de ingresos que tienen
los habitantes de las provincias que conforman este conglo-
merado; ello implica que la relación préstamos/personas
alcance aquí sus valores extremos: Corrientes, con cuatro-
cientos noventa y tres pesos y Tierra del Fuego, cuatro mil
doscientos pesos, una diferencia de ocho a uno.
El quinto estrato está formado por tres provincias que
geográficamente están ubicadas al norte, centro y sur del
país: Chaco, San Luis y Santa Cruz respectivamente. En
conjunto, reúne el 1,8 % de la masa total crediticia del país.
El principal componente de similitud entre los présta-
mos es el otorgado a personas físicas en relación de de-
pendencia laboral, con el 54 % de participación promedio
ponderado. Existen importantes diferencias en el nivel de
ingreso de la población de estas tres provincias, pero, en
términos de estructura crediticia, estas disimilitudes no se
manifiestan en forma significativa. Agrupan el 13 % de los
créditos destinados al sector de la construcción, siendo la
provincia patagónica el caso más relevante, pues allí uno
de cada cuatro pesos de la cartera crediticia financia a este
rubro. Pese a la importante actividad petrolera y minera en
Santa Cruz, los créditos otorgados a este sector no alcanzan
al 1 % del total provincial.
El financiamiento a la actividad agropecuaria tiene cier-
ta relevancia en las provincias de Chaco y San Luis; en esta
última provincia, el sector industrial sólo recibe aproxima-
damente el 4 % de los préstamos. En conjunto los sectores
productores de bienes explican cerca del 7 % del volumen
de créditos.
El crédito por habitante es de mil setecientos cincuenta
y cinco pesos y novecientos cuarenta y seis para personas
físicas en relación de dependencia laboral; es casi ocho ve-
ces menos al observado para la Ciudad Autónoma de Bue-
nos Aires. Dentro de este clúster se observa que la diferen-
cia del ingreso de la población incide en que los créditos a
este sector en la provincia de Santa Cruz (dos mil cien pe-
sos per cápita) sean tres veces superiores a los registrados
en Chaco y San Luis.
El sexto grupo lo forman Entre Ríos y La Pampa, en el
cual ambas aportan el 2,2 % del stock de créditos para el
período analizado. Los sectores productores de bienes de-
mandan el 36,4 % del total de préstamos del conglomerado,
siendo el agropecuario el más importante, con el 29 %; en
el caso de La Pampa, este porcentaje asciende al 34 %. En
conjunto estas provincias tienen un peso importante en el
financiamiento al sector agropecuario, dado que reciben el
6,3 % de stock de créditos a nivel nacional
La industria tiene una baja incidencia en el promedio
ponderado, se destaca este sector en la provincia de Entre
Ríos con el 8,6 %, triplicando al registrado en el otro distri-
to. El resto de las actividades productoras de bienes (tran-
sables o no) tienen una participación marginal. Por último,
el comercio y los servicios absorbieron menos de un quinto
de los préstamos otorgados.
En Entre Ríos y La Pampa, coinciden la participación
de los créditos destinados a las personas físicas en relación
de dependencia laboral (39,7 %); pero al analizarlo por ha-
bitante, el de La Pampa duplica al observado en Entre Ríos
(aproximadamente dos mil cien pesos y mil cuatrocientos
pesos per cápita). De acuerdo a la EPH, el ingreso de los
conglomerados pertenecientes a la provincia mesopotámi-
ca son alrededor de un 25 % inferior.
El séptimo conglomerado lo forma únicamente la pro-
vincia de La Rioja que, en ningún sector productivo tie-
ne relevancia a nivel nacional. Representa apenas el 0,34 %
del total de créditos nacionales. El principal destino de los
préstamos es el financiar a personas físicas en relación de
dependencia laboral (55 % del stock de créditos), con un
promedio per cápita de novecientos cuarenta y siete pesos.
El segundo sector en importancia es el crédito destina-
do a la administración pública, defensa y seguridad social
de la provincia, dado que concentra uno de cada cuatro
pesos otorgados en préstamos dentro del territorio provin-
cial. Agrupando los rubros de comercio y servicios, estos
explican un tercio del crédito.
Las actividades productivas (de bienes transables) tie-
nen una escasa participación en el financiamiento local: só-
lo el 9,3 %; de este, los dos tercios le corresponden a la in-
dustria manufacturera. La minería tiene una participación
marginal.
El octavo conglomerado lo forman Mendoza, Río Ne-
gro, Salta, Tucumán e Interior de la provincia de Buenos Ai-
res, siendo el segundo en importancia por la participación
a nivel nacional, que alcanza al 13,7 %. Las personas físicas
en relación de dependencia laboral demandan un quinto
de los préstamos otorgados a nivel nacional; a su vez, este
sector explica la mitad del financiamiento del clúster; con
porcentajes que varían del 45 % en Mendoza a 56 % en Tu-
cumán.
El promedio por habitante es de mil ochenta pesos, y no
se aprecian diferencias de importancia entre las cinco pro-
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Analítika,
Revista de análisis estadístico
, 2 (2012), Vol. 3(1): 45-59