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Yannira Chávez y Paúl Medina
Analíti a
k
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Revista de Análisis Estadístico
Journal of Statistical Analysis
En la última columna de la tabla 10, se puede notar
que existe una diferencia positiva entre el gasto por adulto
equivalente y el gasto per cápita. El hogar de referencia que
se toma es el formado por dos adultos, es decir, el adulto
equivalente está en función del hogar de referencia. Es así
que, para el caso de un hogar formado por dos adultos, el
gasto per cápita equivale a 282,64 mientras que, el gasto
por adulto equivalente corresponde a 565,27, siendo esta
una medida que toma en cuenta diferentes necesidades del
hogar. En otras palabras, al tomar el gasto per cápita o el
gasto por adulto equivalente como indicador de bienestar
se vuelve obvia una diferencia. Para el caso de este hogar el
nivel de bienestar tomando el primer criterio (gasto per cá-
pita) necesitaría menos recursos que si se toma en cuenta el
segundo criterio (gasto por adulto equivalente) para alcan-
zar el bienestar. Sucede algo similar con el crecimiento del
hogar por la llegada de un hijo/a. En este punto, se ha dife-
renciado, a partir del gasto por adulto equivalente, entre el
porcentaje que correspondería al gasto por niños/as y por
adultos, respectivamente; ello se representa por las propor-
ciones de la escala de equivalencia. Es así que, en un hogar
formado por dos adultos y un niño el 0,20 es la proporción
del gasto que requiere el niño. Además, es preciso notar en
la figura 7, que la diferencia es creciente, con pendiente po-
sitiva; a la vez, el crecimiento del gasto cuando aumenta
un niño/a en el hogar es cada vez menor. Esto se debe a
las economías de escala en el consumo de alimentos y a los
efectos de las diferencias demográficas de los miembros de
un hogar [5].
Figura 7.
Diferencias porcentuales entre el gasto por adulto equi-
valente y el gasto per cápita para un hogar formado por dos adul-
tos. Fuente: Elaboración propia a partir de la ECV 2005-2006.
5 Conclusiones
A partir de este estudio, podemos concluir que la co-
rrecta estimación de escalas de equivalencia es de vital im-
portancia para comparar el nivel de bienestar de diferentes
grupos de la población.
En el Ecuador, el estándar de vida de las personas se
mide en función del gasto per cápita de la familia, esto es,
el gasto ponderado por el número de miembros de la fa-
milia. Este trabajo, al presentar un método alternativo para
el cálculo de las líneas de pobreza e indigencia ayudaría a
generar un indicador comparable a nivel nacional, que per-
mitiría realizar cambios importantes de la interpretación fi-
nal.
Este estudio intenta contribuir con una aproximación
empírica para estimar escalas de equivalencia con datos de
consumo de hogares en Ecuador correspondientes al perío-
do 2005-2006. Las escalas de equivalencia fueron estimadas
para hogares que se diferencian en el sexo del jefe de hogar,
en el alquiler de vivienda, la cantidad de niños y adultos
que lo conforman; se empleó un modelo flexible de Fou-
rier, usando el supuesto de Engel; éste presenta la ventaja
de ser relativamente fácil de estimar. Se basa en supuestos
claramente identificables que, sin embargo, son cuestiona-
bles teóricamente.
De acuerdo a la composición de los hogares ecuatoria-
nos, dado que el hogar con mayor representación fue el
conformado por dos adultos y cero niños, se estableció a
éste como hogar de referencia para la estimación de las es-
calas de equivalencia. Del análisis del modelo finalmente
empleado, se pudo determinar que:
Existen economías de escala. La adición sucesiva de
niños a un hogar hace que el porcentaje medido en
función de un adulto equivalente vaya disminuyen-
do.
Existen diferencias de acuerdo a la composición pre-
via del hogar. Es así, que no se tiene el mismo costo
de la inclusión de un niño al hogar formado por dos
adultos, que a otro formado por tres adultos.
El gasto por adulto equivalente es mayor al gasto per
cápita, dado que este toma en cuenta la composición
del hogar.
La diferencia porcentual entre el gasto por adulto
equivalente y el gasto per cápita es creciente con la
inclusión de niños al hogar.
La manera más adecuada de medir el nivel de bienestar
en las familias ecuatorianas es a través de la estimación de
costos en la forma de “adulto equivalente,” porque incor-
pora las economías de escala. De este modo, la metodología
propuesta en el presente estudio parece la más indicada,
conforme a los resultados obtenidos.
6 Recomendaciones
Cuando se disponga de datos más actualizados resul-
taría deseable volver a estimar las escalas de equivalencia,
empleando la misma metodología propuesta en este traba-
jo. Ello ayudaría a comparar entre distintos criterios, y ade-
más permitiría determinar las diferencias respecto de las
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Analítika,
Revista de análisis estadístico
, 2 (2012), Vol. 4(2): 7-24