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Análisis de la participación laboral de la mujer en el mercado ecuatoriano
Analíti a
k
4
Revista de Análisis Estadístico
Journal of Statistical Analysis
hombres, en sentido opuesto a lo que sucede con la educa-
ción universitaria. A partir del año 2000 hasta el año 2011,
disminuye el pocentaje de mujeres en la educación básica,
pero aumenta en el nivel universitario; la educación media
continúa mostrando un predominio de las mujeres.
Educación Básica
Educación Media
Educación Universitaria
49,06%
47,35%
52,35%
50,94%
52,65%
47,65%
1991
Hombres Mujeres
Educación Básica
Educación Media
Educación Universitaria
49,42%
47,01%
51,27%
50,58%
52,99%
48,73%
1997
Hombres Mujeres
Educación Básica
Educación Media
Educación Universitaria
50,55%
49,55%
48,48%
49,45%
50,45%
51,52%
2004
Hombres Mujeres
Educación Básica
Educación Media
Educación Universitaria
50,56%
48,24%
48,13%
49,44%
51,76%
51,87%
2009
Hombres Mujeres
Acceso a la educación
Figura 4.
Porcentaje de escolaridad de hombres y mujeres, divido
por niveles educativos. Los resultados corresponden a la muestra
de todos los encuestados. Fuente: ENEMDU - 1990 - 2011 . INEC.
Elaboración: autores.
A pesar de lo expuesto y de la importancia de contar
con mayores niveles de educación, no se aprecia un impac-
to de esta ganancia femenina en su participación dentro del
mercado laboral. Como se mencionó antes, su tasa de parti-
cipación sigue siento muy inferior a la de los hombres, una
realidad difícil de explicar y que está fuera del alcance de
esta investigación.
Estudios similares realizados en otros países latinoame-
ricanos (véase [15]) evidencian un patrón común. Resulta
entonces un tanto paradójico que, a pesar de contar con
mayores índices de escolaridad, las mujeres sigan teniendo
menor participación laboral que los hombres. Se presume
que esta incongruencia se debe a que la experiencia laboral
que han ganado los hombres a lo largo del tiempo influyen
de manera significativa para la contratación del personal,
dejando de lado los conocimientos y las habilidades adqui-
ridas por las mujeres.
Por otro lado, es indudable que la participación en el
mercado laboral está influenciada por el nivel educativo.
Según lo expuesto en [7], a mayor nivel de educación, ma-
yor es la particiapción de la mujer. A continuación se anali-
za las tasas de participación laboral desagregadas por nivel
educativo y grupos de edad. Para una mejor percepción de
la intervención que tiene la educación en la participación
laboral femenina, se muestra el promedio obtenido de to-
dos los años, entre 1990 y 2011, en la Figura 5. Se incluye
el valor porcentual del nivel educativo que más destaca en
participación laboral en cada grupo de edad.
0,00%
20,00%
40,00%
60,00%
80,00%
10 a 14 15 a 19 20 a 24 25 a 29 30 a 34 35 a 39 40 a 44 45 a 49 50 a 54 55 a 60
12,91%
31,07%
46,47%
67,39%
74,11%
76,44%
79,22% 78,70%
75,67%
68,70%
Porcentaje
Edad
Ninguno Educación Básica
Educación Media
Educación Universitaria
Par cipación laboral por nivel educa vo y grupos de edad
Figura 5.
Porcentaje de participación laboral clasificado por ni-
vel educativo y grupos de edad. Los resultados corresponden a
la muestra de las mujeres del conjunto laboral. Incluye todas las
observaciones, desde el año 1990 al año 2011. Fuente: Elaboración
propia a partir de la ENEMDU, considerando al periodo 1990 -
2011.
Se nota que, a partir de los 25 años de edad, la educa-
ción universitaria tiene un alto impacto en la participación
laboral femenina, pues quienes la tienen participan labo-
ralmente mucho más que las del resto de niveles escolares.
Adicionalmente se observa que, aunque en proporción me-
nor, las mujeres con educación media participan más que
las que tienen educación básica; y que estas últimas su-
peran en participación a las de nivel educativo nulo
5
. Lo
contrario sucede con las mujeres del conjunto laboral que
se encuentran entre 10 y 19 años, ya que la mayor partici-
pación laboral la tienen aquellas mujeres sin ningún nivel
educativo. Posiblemente ésto se debe a que, en el mencio-
nado rango de edad, la participación laboral resta signifi-
cativamente la posibilidad de acceder a los diferentes ni-
veles de eeducación. El ingreso de las niñas y adolescentes
ecuatorianas al mercado laboral casi nunca es una decisión
personal; usualmente, ellas provienen de hogares pobres y
sus ganancias están destinadas al sustento de sus familias.
En cuanto a las mujeres de entre 20 y 24 años, se muestra
un comportamiento similar en relación con los niveles de
educación básica, media y universitaria (ver Figura 9).
4.2.3 Estado civil
De manera análoga, el estado civil afecta a la partici-
pación económica de la población femenina, debido a que
la sociedad otorga roles sociales de género y compromi-
sos de acuerdo con la situación conyugal. Al imaginar a los
hombres como únicos proveedores económicos del hogar,
la unión conyugal establece que son ellos quienes deberán
generar ingresos en réplica a las necesidades y peticiones
de los miembros de su núcleo familiar.
5
Se refiere a las personas sin ningún nivel de instrucción
Analítika,
Revista de análisis estadístico
, 2 (2012), Vol. 4(2): 27-53
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