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Juan Carlos García y Patricia Cortez
Analíti a
k
4
Revista de Análisis Estadístico
Journal of Statistical Analysis
Respecto de las mujeres, el estado civil altera la gama
de actividades domésticas que se consideran alternativas a
la actividad laboral. Para aquellas que son casadas, el cui-
dado de los hijos, si los hay, y las necesidades del hogar
son más importantes, ya que la carga del cuidado de la fa-
milia recae principalmente sobre ella; este aspecto provoca
una disminución muy importante de su participación en el
mercado de trabajo. Además, la presencia de un cónyuge
podría desestimular a las mujeres a trabajar, ya sea por una
decisión propia o por imposición del compañero sentimen-
tal.
En este punto, cabe aclarar que, para el análisis, se cla-
sificó a la variable estado civil en dos grupos:
casada o unión
libre
; y
soltera, separada u otras
. Se procedió así, puesto que
la ENEMDU no permite clasificar esta información de otro
modo; provista esta observación, se procede con el estudio
de la variable.
En primer lugar, se analiza la variable por grupos etá-
reos, dada la similitud de los resultados a lo largo del perio-
do considerado y por comodidad al momento de visualizar
los resultados. En la Figura 6, se ha tomado el promedio de
todos los años, 1990 a 2011, para cada tramo de edad. Se
observa que el más alto porcentaje, de estado civil
soltera,
separada u otras
, lo tienen las mujeres de entre 10 y 19 años.
A partir de los 20 años de edad, se nota un incremento pau-
latino en el porcentaje de las mujeres con estado civil
casada
o unión libre
, contrariamente a lo que sucede con las muje-
res mayores de 45 años, grupo en el cual este porcentaje
comienza a descender.
0%
20%
40%
60%
80%
100%
10 a 14
15 a 19
20 a 24
25 a 29
30 a 34
35 a 39
40 a 44
45 a 49
50 a 54
55 a 60
99,92%
90,26%
65,55%
43,80%
32,11%
27,92% 27,85% 29,29%
33,18%
38,99%
0,08%
9,74%
34,45%
56,20%
67,89%
72,08% 72,15% 70,71%
66,82%
61,01%
Porcentaje
Edad
Estado civil por grupos de edad
Soltera, separada u otras
Casada o unión libre
Figura 6.
Porcentaje de mujeres clasificado por estado civil y gru-
pos de edad. Los resultados corresponden a la muestra de las
mujeres en edad laboral. Incluye todas las observaciones, desde
el año 1990 al año 2011. Fuente: Elaboración propia a partir de la
ENEMDU, considerando al periodo 1990 - 2011.
Tomando en cuenta la distribución anterior, se analiza
la influencia del estado civil en la participación laboral. Se
observa que, con excepción de las mujeres que se encuen-
tran entre 10 y 14 años, el mayor porcentaje de participa-
ción laboral lo tienen las mujeres con estado civil
soltera,
separada u otras
; este fenómeno crece gradualmente, hasta
alcanzar su máximo en el grupo de 35 a 39 años; a partir de
esta edad, se nota un descenso en la participación laboral
(ver Figura 7).
0,00%
10,00%
20,00%
30,00%
40,00%
50,00%
60,00%
70,00%
80,00%
10 a 14
15 a 19
20 a 24
25 a 29
30 a 34
35 a 39
40 a 44
45 a 49
50 a 54
55 a 60
6,97%
22,62%
50,43%
67,90%
73,70%
76,62%
75,41%
73,66%
65,17%
53,89%
15,66%
21,55%
34,65%
43,54%
48,81%
52,12% 52,80%
50,83%
46,66%
40,50%
Porcentaje
Edad
Soltera, separada u otras
Casada o unión libre
Par cipación laboral por estado civil y grupos de edad
Figura 7.
Porcentaje de participación laboral clasificado por esta-
do civil y grupos de edad. Los resultados corresponden a la mues-
tra de las mujeres del conjunto laboral. Incluye todas las observa-
ciones, desde el año 1990 al año 2011. Fuente: Elaboración propia
a partir de la ENEMDU, considerando al periodo 1990 - 2011.
4.2.4 Niños menores en el hogar
La presencia de hijos y la participación laboral son
eventos que demandan gran parte del tiempo de la mujer;
por ello, ambas pudieran ser consideradas, en cierto modo,
incompatibles. La intervención de la mujer en el cuidado
de los hijos sigue sigue siendo un factor poco favorable pa-
ra ellas, pues, además de ser un trabajo no remunerado,
les resta movilidad y autonomía para proponer estrategias
concernientes al mercado laboral.
En [17] se señala que el número de hijos determinaría en
gran medida la participación de la mujer en el mercado de
trabajo. Es una idea común que tener un hijo supone una
consecuencia perjudicial sobre la posibilidad de participar
en el mercado de trabajo; asimismo, que este efecto es in-
versamente proporcional a la edad del hijo, es decir, que se
acrecienta a medida que la edad del hijo es menor. Sin em-
bargo, en referencia a la Figura 8 del C, no se localiza una
certeza clara de que las mujeres obstaculicen su actividad
laboral para tener y criar a los hijos, o de que posteriormen-
te vuelvan a ingresar al mercado; pues no se observan dis-
paridades altas y bajas en los porcentajes de participación.
Si este fenómeno sucediera, se esperaría descubrir caídas
bruscas en la tasa de participación laboral en torno a las
edades en que esto suele ocurrir, seguidas de aumentos en
las edades sucesivas. La información disponible no lo re-
fleja, lo que hace pensar que las paralizaciones por mater-
nidad son de periodos cortos, y que las mujeres disponen
de otras opciones en las actividades de crianza.
A pesar de lo expuesto, se analizará la variable en cues-
tión, pues la suposición anterior no necesariamente implica
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Analítika,
Revista de análisis estadístico
, 2 (2012), Vol. 4(2): 27-53