Geoestadística y arqueología: una nueva perspectiva analítico-interpretativa. . .
Analíti a
k
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Revista de Análisis Estadístico
Journal of Statistical Analysis
de restos y con mayor tendencia a la descontextualización
que a la relación con otras componentes del registro mate-
rial. En otras palabras, el planteamiento del análisis espa-
cial arqueológico debería considerar y resolver por qué la
localización de un determinado evento (estructura de ha-
bitación) está relacionado con la localización de otras evi-
dencias (estructuras de combustión, hoyos de postes, basu-
rales,. . . ) y cómo se estructuran en el espacio.
Para poder encontrar soluciones, se deberá averiguar
cómo ciertas consecuencias materiales de acciones sociales
y naturales han llegado a emplazarse sobre un conjunto o
mejor dicho, continuum de localizaciones. De tal modo que
a través del cálculo de las diferencias y semejanzas desde el
punto
a
hasta
b
; desde
a
hasta
c
, desde
b
hasta
c
,. . . (matriz
n
×
n
), se establecerá la relación espacial que haya entre ca-
da una de las entidades existentes en el área muestral.
Desde un punto de vista relacional y desde una orienta-
ción arqueológica, se puede considerar el lugar donde –con
mayor probabilidad– la acción pudo haber sido realizada
como: el punto de atracción o repulsión de todos los efectos
materiales que pudieran resultar de dicha acción, así como
los de todas las acciones que pudieran estar vinculadas con
ella en torno a su vecindad [2:354].
Desde esta perspectiva relacional, se podrá conocer los
límites (por ejemplo: el interior/exterior de la unidad ocu-
pacional), las intersecciones (unas acciones o mejor dicho
sus efectos, se solapan o cortan a otras, por ejemplo en la
talla lítica de utensilios se puede limpiar los desechos de
talla concentrándolos en localizaciones alejadas a la zona
de actividad,. . . ) y las discontinuidades operativas (espa-
cios donde se pueden localizan determinadas acciones co-
mo zonas destinadas a las acciones de consumo: almacena-
je en silos excavados en el subsuelo de la unidad doméstica
etc.) que pueden definir la dinámica espacial a través de la
porción localizada y recuperable de evidencias materiales
(restos de talla, fitolitos, restos de fauna, presencia de fos-
fatos, ácidos grasos, elementos estructurales etc.)
No obstante, es evidente que no se pueden establecer
correspondencias simples y/o lineales entre lo interpreta-
ble y lo observado, ya que difícilmente se pueden formular
principios universales de la variabilidad espacial de la ac-
ción humana, y eso es un problema básico en toda formu-
lación de la variación espacial arqueológica. En realidad,
incluso, los avances metodológicos más recientes no llegan
a proporcionar una base completa para conectar esas infe-
rencias con otra cosa que no sean procesos muy simples
de alteración post-depositacional o la pseudo localización
de la acción que probablemente produjo determinada dis-
tribución de restos; ya que en ocasiones, las mismas diná-
micas causales pueden llegar a producir resultados muy
distintos en circunstancias y/o en contextos parecidos.
Una de las ventajas que aporta la Geoestadistica al aná-
lisis espacial arqueológico es que tiene en cuenta que la
distribución espacial observada contiene tanto al proceso
causal que generó la distribución original de la población,
como otros posibles procesos que influyen-distorsionan los
valores originales. Este tipo de enfoque acerca de la carac-
terización del comportamiento espacial puede ser muy útil
en contexto arqueológico, ya que se puede establecer una
función que modele un determinado proceso espacial (por
ejemplo la tendencia de arrojar huesos de mayor tamaño
fuera de las zonas de movilidad en el interior de una cue-
va) en base a un elemento determinista (tendencia espacial
en desplazar los huesos de mayor tamaño hacia las pare-
des de la cueva) junto a una variación estocástica del mis-
mo (determinadas condiciones microtopografícas del suelo
y determinadas prácticas sociales pueden influir en la ten-
dencia de la distribución).
Esta función es muy útil porque puede representarse
a través de alguna herramienta que genere superficies de
interpolación. La mayoría de ellas, permiten diferenciar el
componente estocástico (o ruido) de la tendencia espacial,
entendiendo a dicho componente como un elemento resi-
dual de la superficie interpolada. La principal implicación
es la imposibilidad en caracterizar completamente el pro-
ceso, pero se puede investigar algunas de las características
estadísticamente significativas sobre las distribuciones ob-
servadas. Algunas aplicaciones en arqueología son los tra-
bajos de Hodder y Orton [30], Bove 1981 [8], Kvamme 1989
[31], Neiman 1997 [47].
Por tanto, algunos aspectos de la tendencia espacial (es-
tructura) de una distribución de restos arqueológicos, se
pueden cuantificar en términos de las características de la
propia distribución en tanto al análisis de su patrón y de su
co-relación espacial.
Así, el análisis espacial geoestadístico en arqueología,
puede ser tratado desde una nueva perspectiva en la que
la variación espacial se entiende como la variación de una
continuidad y no un conjunto de entidades discretas que
comparten unas cualidades materiales que se encuentran
diseminadas sobre una determinada área. Para ello, y par-
tiendo desde restos materiales distribuidos en la superficie
del yacimiento, se podrá generar una superficie continua
de variación donde se (i) perciba el cambio de la variable
en función a su localización y además, (ii) interpretar di-
chos cambios en términos de dinámica espacial de atrac-
ción/repulsión o falta de interacción (aleatoriedad).
3 Metodología Geoestadística en el
análisis espacial arqueológico intra-
site
En las siguientes páginas se expone un programa analí-
tico compuesto de diferentes test en función a la naturaleza
del formato de datos espaciales, ya sean datos coordena-
dos (nubes de puntos) y/o datos de frecuencias espaciales
(densidad espacial). Se debe tener en cuenta que en arqueo-
logía más del 90 % de los datos disponibles en una excava-
ción están en alguno -o en combinación de ambos- de los
Analítika,
Revista de análisis estadístico
, 2 (2012), Vol. 4(2): 83-95
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