Evolución de la desigualdad de ingresos en Ecuador, período 2007-2015
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Analiti a, Revista de análisis estadístico, Vol. 13 (1), 2017
2 El debate sobre la concentraci´on del ingreso
El tema de la concentraci´on del ingreso, y sus consecuencias macroecon´omicas y sociales,
ha ido ganando relevancia en los ´ultimos a˜nos. As´ı, Stiglitz (2014) considera que la concen-
traci´on de ingresos provoca un grave obst´aculo para el crecimiento econ´omico. Cummins y
Ortiz (2013) analizan la distribuci´on del ingreso a nivel mundial y encuentran que el 20 %
m´as rico de la poblaci´on disfruta de aproximadamente el 81 % del ingreso, mientras que
el 20 % m´as pobre cuenta con s´olo el 1 %, ubicando a Latinoam´erica como la regi´on m´as
desigual del planeta medida a trav´es del ´ındice de Gini (0,48). Sin embargo, en t´erminos de
variaci´on, Europa del Este y Asia Central aparecen como las regiones con los peores resul-
tados en los ´ultimos a˜nos, pues han incrementado la desigualdad en nueve y cuatro puntos,
respectivamente, entre 1990 y 2008. En este sentido Balakrishnan
et al.
(2013) consideran
clave establecer pol´ıticas que potencien la inversi´on en sectores como la educaci´on y la salud,
medidas que ayudar´ıan a elevar los ingresos de los grupos m´as pobres y vulnerables de la
sociedad.
De los pa´ıses de la OCDE, Ruiz-Huerta (2013) menciona a Espa˜na como un caso parti-
cular de estudio de la desigualdad de ingresos, pues en las tres ´ultimas d´ecadas anteriores
a la crisis no ha habido un crecimiento tan marcado de la desigualdad en comparaci´on con
otros pa´ıses de la Uni´on Europea. La crisis del 2008 puso en evidencia los problemas de un
modelo econ´omico caracterizado por empleos de baja productividad, elevada precariedad y
temporalidad laboral, lo que ha provocado el empeoramiento progresivo de la distribuci´on
de la renta (Ochando, 2010) y con ello un descenso del ingreso disponible, especialmente
en la poblaci´on m´as pobre. El coeficiente de Gini espa˜nol ha sido de 0,33, 0,36 y 0,34 para
2007, 2011 y 2014 respectivamente, superando al promedio de la OCDE que se ubica en 0,32
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(Jurado y P´erez, 2014).
Asimismo, Larraz (2016) eval´ua la desigualdad de ingresos en Castilla La Mancha (Es-
pa˜na) a trav´es de la descomposici´on del ´Indice E, identificando el porcentaje de contribuci´on
de la desigualdad entre todos y dentro de cada grupo de trabajadores a la desigualdad total,
clasific´andolos por categor´ıas como: edad, g´enero, rama de actividad y categor´ıa de ocupa-
ci´on. Sus principales resultados indican que hay un mayor grado de desigualdad entre el
grupo de las mujeres que entre el grupo de los hombres y que a mayor edad del trabajador,
mayor es la desigualdad de ingresos presente entre trabajadores del mismo grupo de edad.
En este contexto, Hardoon (2015) demuestra que la discriminaci´on salarial por razones de
g´enero es un promotor de los elevados ´ındices de desigualdad presentes en muchos pa´ıses.
Para el caso Latinoamericano, Jim´enez (2015) mide el ´ındice de Gini considerando el
ingreso total de los hogares y destaca que en la d´ecada del 2000 mientras los pa´ıses de Euro-
pa, Estados Unidos y China reflejaban una tendencia creciente respecto de la desigualdad,
Am´erica Latina revierte esta tendencia con excepci´on de Costa Rica y Rep´ublica Domini-
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El ´ındice de Gini es calculado a partir de la renta por adulto equivalente, utilizando la metodolog´ıa de
la OCDE modificada.
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