Paúl Carrillo Maldonado; Edwin Buenaño; Ana Lucía López; Fernando Vásquez
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Analiti a, Revista de análisis estadístico, Vol. 15 (1), 2018
Donde
S
j
es la probabilidad del individuo
j
de ingresar en el mercado laboral,
Z
j
es el
vector de variables influyentes,
γ
es el vector de coeficientes y Φ es la funci´on acumulativa
de una distribuci´on normal est´andar. Este modelo se estima mediante m´axima verosimilitud
como un probit y se modifica la ecuaci´on (1) de la siguiente forma:
ln
Y l
i
=
βX
i
+
δP
i
+
ρλ
(
Z
j
γ
) +
µ
i
(3)
Donde
λ
(
Z
j
γ
) es el inverso del ratio de Mills cuando
S
j
= 1, el cual corrige el sesgo de
selecci´on siempre que
ρ
sea diferente de cero (
H
0
:
ρ
= 0). El ratio de Mills (
m
) se estima a
partir de la ecuaci´on (2):
m
j
=
Φ(
Z
j
γ
)
φ
(
Z
j
γ
)
(4)
Donde
φ
(
Z
j
γ
) es la distribuci´on de densidad. Esta correcci´on permite evidenciar que el
sesgo existe por omisi´on de variables. Para estimar la probabilidad de trabajar se considera las
variables del modelo minceriano junto con si es l´ıder de la familia y el n´umero de dependientes
(cargas) en el hogar.
El problema de endogeneidad, debido a la elecci´on de los trabajadores para ingresar al
sector p´ublico o privado, se puede solucionar con Variables Instrumentales (IV, por sus siglas
en ingl´es). Siguiendo a Dustmann y van Soest (1998) y Melly (2006), se considera el empleo
del jefe del hogar para mitigar el sesgo de la brecha salarial entre los sectores. Tambi´en, se
incluye el n´umero de menores de edad y los a˜nos de permanencia en el lugar de trabajo.
El problema de endogeneidad sobre el resto de variables no tendr´ıa un impacto significa-
tivo en la estimaci´on general de los retornos y en los indicadores de desigualdad general ya
que las variables no observables que tendr´ıan efecto sobre la productividad y el ingreso del
individuo, como las habilidades innatas, ser´ıan parte del error del modelo. En la simulaci´on,
este t´ermino es fundamental porque permite explicar el ingreso que tendr´ıa cada individuo
sin importar en que sector trabaje (p´ublico o privado); por lo tanto, el individuo tendr´a el
mismo coeficiente intelectual o proactividad.
A pesar de que Carrillo (2004) ya muestra que la brecha entre el sector p´ublico y privado
var´ıa en la distribuci´on del ingreso, tambi´en indica que su modelo puede estar sesgado por
problemas de selecci´on, lo cual se corrige en la presente investigaci´on. Reciente literatura
sobre descomposici´on, sesgo de selecci´on y regresi´on por cuantiles ha permitido mostrar con
mayor consistencia las brechas salariales y su descomposici´on a trav´es de la distribuci´on del
ingreso Fortin
et al.
(2010). En esta investigaci´on no se introduce este documento ya que se
enfoca en evaluar el impacto en indicadores de desarrollo, pero se deja abierta la propuesta
para aplicar este m´etodo en estudios laborales para Ecuador.