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David Puebla
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Brechas salariales por género con un enfoque de ocupación y tamaño de empresa: descomposición por cuantiles
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Analiti a, Revista de análisis estadístico, Vol. 16 (2), 2018
Analiti a, Revista de análisis estadístico, Vol. 16 (2), 2018
Entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible también se hace hincapié en aspectos como el
trabajo decente e inclusivo tanto para hombres como mujeres.
En el caso ecuatoriano, la problemática de la discriminación por género ha sido estudiada
desde varias perspectivas, reflejando con ello las desventajas que enfrentan las mujeres en
ámbitos como el acceso al mercado laboral, nivel de remuneraciones, pobreza de tiempo,
etc. (Patiño, 2017; Gallardo y Ñopo, 2009; García-Aracil y Winter, 2006). En tal virtud, la
Constitución del 2008, en su artículo 70, hace explícita la ordenanza de formular y aplicar
políticas que permitan lograr la igualdad entre hombres y mujeres y además se establece la
creación del Consejo Nacional para la Igualdad de Género, entidad que posee facultades
como promover, formular y evaluar políticas dirigidas a la igualdad de género
1
(Constitución del Ecuador, 2008).
En esta sección se realiza un análisis de la brecha salarial entre hombres y mujeres,
empleando una estrategia diferente a la de otros estudios realizados para el ámbito
ecuatoriano. Por una parte, se toma como fuente de información las bases de registros
administrativos del LDLE del INEC y, por otra, se realiza un análisis de descomposiciones
de la brecha salarial a lo largo de toda la distribución mediante un enfoque de
descomposición por cuantiles. Este trabajo se asemeja al realizado por Benítez y Espinoza
(2018), no obstante, en este último solamente se realiza una descomposición en torno a la
brecha salarial promedio. Adicionalmente, para un mejor entendimiento del fenómeno, en
este trabajo se evalúa la importancia de características como el tamaño de las empresas y el
tipo de ocupación de los trabajadores.
Entre los resultados principales se encontró que la brecha salarial que inicialmente se
muestra favorable para las mujeres en la parte alta de la distribución, se debe a una alta
concentración de trabajadores hombres en puestos
blue collar
. Esto provoca que, en
principio, la comparación entre hombres y mujeres también incluya una comparación entre
hombres en cargos
blue collar
y mujeres en cargos
white collar
.
Al realizar la comparación dentro de cada tipo de ocupación, se encontró que las brechas
salariales en los puestos mejor remunerados, siempre se encuentran en favor de los
hombres, y se acentúan a medida que se compara a hombres y mujeres mejor pagados.
1
Cabe aclarar que este Consejo no fue el primer organismo del país dirigido a promover la igualdad de
género. En 1970 se creó el Departamento de la Mujer dentro del Ministerio de Previsión Social y Trabajo; en
1984 la Oficina Nacional de la Mujer, dentro de la estructura del Ministerio de Bienestar Social; en 1986,
la Dirección Nacional de la Mujer, y; en 1997, el Consejo Nacional de las Mujeres CONAMU. Tomado de:
https://www.igualdadgenero.gob.ec/resena-historica/
Entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible también se hace hincapié en aspectos como el
trabajo decente e inclusivo tanto para hombres como mujeres.
En el caso ecuatoriano, la problemática de la discriminación por género ha sido estudiada
desde varias perspectivas, reflejando con ello las desventajas que enfrentan las mujeres en
ámbitos como el acceso al mercado laboral, nivel de remuneraciones, pobreza de tiempo,
etc. (Patiño, 2017; Gallardo y Ñopo, 2009; García-Aracil y Winter, 2006). En tal virtud, l
Constitución del 2008, en su artículo 70, hace explícita la ordenanza de formular y aplicar
p líticas que permitan lograr la igualdad entre hombres y mujeres y además se establece la
creación del Consejo Nacional para la Igualdad de Género, entidad que posee facultades
como promover, formular y evaluar políticas dirigidas a la igualdad de género
1
(Constitución del Ecuador, 2008).
En esta sección se realiza un análisis de la brecha salarial entre hombres y mujeres,
empleando una estrategia diferente a la de otros estudios realizados para el ámbito
ecuatoriano. Por una parte, se toma como fuente de información las bases de registros
administrativos del LDLE del INEC y, por otra, se realiza un análisis de descomposiciones
de la brecha salarial a lo largo de toda la distrib ción mediante u enf que de
descomposición por cuantiles. Este trabajo se asemeja al r alizado por Benítez y Espinoza
(2018), no obstante, en este último solamente se realiza una descomposición en torno a la
brecha salarial promedio. Adicionalmente, para un mejor entendimiento del fenómeno, en
este trabajo se evalúa la importancia de características como el tamaño de las empresas y el
tipo de ocupación de los trabajadores.
Entre los resultados principales se encontró que la recha salarial que inicialmente se
muestra favorable para las mujeres en la parte alta de la distribució , se debe a u a alta
concentración de trabajadores hombres en puestos
blue collar
. Esto provoca que, en
principio, la comparación entre hombres y mujeres también incluya una comparación entre
hombres en cargos
blue collar
y mujeres en cargos
white collar
.
Al realizar la comparación dentro de cada tipo de ocupación, se encontró que las brechas
salariales en los puestos mejor remunerados, siempre se encuentran en favor de los
hombres, y se acentúan a medida que se compara a hombres y mujeres mejor pagados.
1
Cab aclarar que este Consejo no fue el primer rganismo del país dirigido a promover la igualdad de
género. En 1970 se creó l Departam nto de la Mujer dentro del Ministerio de Previsión Social y Trabajo; en
1984 la Oficina Nacional de la Mujer, dentro de la estructura del Ministerio de Bienestar Social; en 1986,
la Dirección Nacional de la Mujer, y; en 1997, el Consejo Nacional de las Mujeres CONAMU. Tomado de:
https://www.igualdadgenero.gob.ec/resena-historica/
De modo similar, al realizar un análisis condicionado se encontró que las brechas salariales
se muestran favorables para los hombres a lo largo de la distribución.
Finalmente, los resultados de la descomposición de la brecha salarial muestran que los
hombres siempre son mejor remunerados que las mujeres, a pesar de que se realice la
comparación entre pares similares. Adicionalmente, se encontró que dentro de los puestos
white collar
, existe una mayor proporción de hombres casados y adultos, en comparación a
las mujeres, lo cual sugiere una difícil reinserción de las mujeres a este tipo de puestos
cuando forman un hogar.
El resto del trabajo se estructura de la siguiente forma: en la sección 2 se exponen los
aspectos teóricos ligados a la discriminación por género y una revisión de la literatura en
torno a la problemática a nivel mundial y nacional; en la sección 3 se describen los datos
empleados; en la sección 4 se presenta la estrategia metodológica; la sección 5 contiene el
análisis de resultados, y; finalmente, en la sección 6 se exponen las principales
conclusiones.
2.
Revisión de la literatura
Según Becker (1971), la discriminación hacia un grupo en particular puede depender de la
distancia social y física entre estatus socioeconómicos, localización geográfica,
personalidad o cualquier característica demográfica.
La discriminación por género ha sido un fenómeno que ha estado presente a lo largo de la
historia, la cual ha surgido a partir de la asignación social de roles según la condición
biológica, generando así estereotipos con menor valor social hacia las mujeres, difícil de
erradicar incluso en sociedades que han alcanzado un alto nivel de desarrollo. En la
actualidad el estereotipo de las mujeres como trabajadoras no remuneradas del hogar y
encargadas del cuidado de los niños, niñas y adultos mayores, permanece en el imaginario
social, lo cual limita una adecuada inserción al mercado laboral. Esto último debido a que
deben acceder a trabajos de tiempo parcial y logran alcanzar una experiencia laboral menor
en relación a los hombres (ONU, 2015; OIT, 2015, 2016).
De este modo, la existencia de brechas salariales entre hombres y mujeres en principio
podría justificarse porque las mujeres trabajan menos horas o porque cuentan con una
menor experiencia laboral que los hombres. Sin embargo, al aislar estos factores, la brecha
salarial no desaparece, incluso a pesar de que en determinadas ocasiones/casos/situaciones
las mujeres presentan niveles educativos más altos que los hombres (Fortin, Bell y Böhm,
2017; OIT, 2016; Ñopo, 2012).
De modo similar, al realizar un análisis condicionado se encontró que las brechas salariales
se muestran favorables para los hombres a lo largo de la distribución.
Finalmente, los resultados de la descomposición de la brecha salarial muestran que los
hombres siempre son mejor remunerados que las mujeres, a pesar de que se realice la
comparación entre pares similares. Adicionalmente, se encontró que dentro de los puestos
white collar
, existe una mayor proporción de hombres casados y adultos, en comparación a
las mujeres, lo cual sugiere una difícil reinserción de las mujeres a este tipo de puestos
cuando forman un hogar.
El resto del trabajo se estructura de la siguiente forma: en la sección 2 se exponen los
aspectos teóricos ligados a la discriminación por género y una revisión de la literatura en
torno a la problemática a nivel mundial y nacional; en la sección 3 se describen los datos
empleados; en la sección 4 se presenta la estrategia metodológica; la sección 5 contiene el
análisis de resultados, y; finalmente, en la sección 6 se exponen las principales
conclusiones.
2.
Revisión de la literatura
Según Becker (1971), la discriminación hacia un grupo en particular puede depender de la
distancia social y física entre estatus socioeconómicos, localización geográfica,
personalidad o cualquier característica demográfica.
La discriminación por género ha sido un fenómeno que ha estado presente a lo largo de la
historia, la cual ha surgido a partir de la asignación social de roles según la condición
biológica, generando así estereotipos con menor valor social hacia las mujeres, difícil de
erradicar incluso en sociedades que han alcanzado un alto nivel de desarrollo. En la
actualidad el estereotipo de las mujeres como trabajadoras no remuneradas del hogar y
encargadas del cuidado de los niños, niñas y adultos mayores, permanece en el imaginario
social, lo cual limita una adecuada inserción al mercado laboral. Esto último debido a que
deben acceder a trabajos de tiempo parcial y logran alcanzar una experiencia laboral menor
en relación a los hombres (ONU, 2015; OIT, 2015, 2016).
De este modo, la existencia de brechas salariales entre hombres y mujeres en principio
podría justificarse porque las mujeres trabajan menos horas o porque cuentan con una
menor experiencia laboral que los hombres. Sin embargo, al aislar estos factores, la brecha
salarial no desaparece, incluso a pesar de que en determinadas ocasiones/casos/situaciones
las mujeres presentan niveles educativos más altos que los hombres (Fortin, Bell y Böhm,
2017; OIT, 2016; Ñopo, 2012).